miércoles, septiembre 22, 2004

Es miércoles y el calor esta from hell. No hay viento, solo calor y más calor. También es miércoles y me encuentro con las viejas nuevas: aquel compañero mío que siempre creí que era gay y que resulto que no y que ahora anda con aquella chica que hace tiempo (cuando ella era novia de un tipo al que yo apenas acababa de conocer) me estrujaba el pene con mucho entusiasmo mientras según ella, intentaba secarme un vodka con jugo de naranja que recién se había derramado en mi pantalón. Por cierto, no fui nada estupido y lo derrame dos veces. Su novio parecía no darse cuenta, estábamos sentados los tres en un sillón y yo estaba en medio de los dos.
Search & Destroy… bueno, sin el destroy, solo efectuando una ardua búsqueda, tratando de encontrar a alguien con quien ir a la playa a snorkelear un rato y quitarnos de este calor a como de lugar, sumergido en aguas claras y frías (y muy saladas).
El viaje casi sin planear bien a Zacatecas ¿posible, imposible? Aun no lo sabemos, cosa de tiempo, contactos y un poco de dinero.
El puño de libros que compre y que ahora quiero leer todos, y luego, a todos esos, agregarle los libros prestados y próximos a entregar y la lámpara que me calienta la cabeza haciendo que por las noches pase largos ratos de lectura bastante calurosa.
Un par de dreads que tengo en la parte posterior de mi cabeza: por bañarme mucho, por no bañarme, quien sabe, o, mejor dicho: Quizás nunca lo sabremos.
El perder el tiempo contando nubes, uñas, ojos, piernas, faldas, minifaldas; amigos, compañeros y conocidos en la agenda telefónica, tratando de recordar los nombres completos de todos y algunos apodos; cuando lo conocí, cuando lo deje de ver, cual fue nuestra relación, quien me invito a su casa mas de una ves, quien me enseño su colección de películas porno hortera, libros vaqueros, colección de arroz cocido, de cintas de zapatos. En verdad tengo compañeros extraños.
Por la noche unas cervezas y unas copas con monsieur Re-cortes (a.k.a Pablo Velas), 2001: A Oddyssey in the space, Monster, Mad Max: The road warrior y no se que pelis mas para ver durante nuestra corta pero bien retribuida odisea Homérica (en este caso y en todos, siempre paso a ser yo Ulises o Aquiles: el devastador de licores).
La cruda de mañana (cosa no muy segura, haciendo una libación, me libro de todo eso), despertar tarde y ver un rato el panorama en calzones desde la puerta de mi casa; el agua, la torta de milanesa con mucho queso, el té, sprite bien frío, recuento de los daños al capital, ver si monsieur Re-cortes no vomito en algún sitio y en caso de que así alla sido, ponerlo a limpiar a la brevedad posible.

Toda una semana igual y yo sigo sin ver a mi novia. I miss her.

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