jueves, marzo 24, 2005

Cosas

A veces ya no me queda otra cosa más que pensar. A falta de comida, trabajo, dinero, familia, la única salida se encuentra dentro de mi cabeza pero, ahí siempre parece estar todo mal o todo (válgame la redundancia) de cabeza.
Estos últimos días han sido agradables. Muy divertidos y muy enamorados. Fríos como solo son los días fuera de casa. Calurosos como solo son los días a su lado.

En esta ciudad todo parece un bache: las colonias, las vías rápidas, las aceras llenas de malandros, la calle frente a mi casa, el parque y la vida misma de la gente. Y que gente.

De algo me he dado cuenta y he quedado sumamente contento (y no contento por que me alegre ver las cosas así, si no por que todos lo ven de otra forma y caen en el tonto juego citadino). Aquí no hay m(h)itos, no hay leyendas, historias, vidas diferentes a las de otros lugares. La gente aquí es así por popularidad y no por naturaleza (son conflictivos por convicción más no por naturaleza). Aquí no hay arte, ni transgresiones, ni modas. Todo aquí es San Diego. Todo aquí es Estados unidos (estamos aburridos de los U.S.A.). Tal ves mi concepto pueblerino tenga mucho que ver en esto, tal ves lo que para la gente de aquí es arte, para mi es simple contaminación. En fin, hoy día ya no se sabe que es que, ni quien es quien, ni cuando es cuando.

Mi vida parece un viernes. Pero hoy todo parece un simple jueves. Nublado, medio frío, medio llovido y nada religioso.

Estoy enamorado, si, y que?.