sábado, junio 07, 2008

Ni la pena vale ya

Que como va a ser posible Don Margarito, que lo dejen aquí, solo y abandonado y en brazos del destino, a su suerte que a lo que vemos no es mucha, ni la mejor.
¿Cómo que se fue? ¿Pero no dejo ni una nota o alguna llamada perdida en su celular? ¡Ay Don Margarito! pero si usted apenas puede con el teléfono publico, ya me lo imagino con su celular, a ver, préstemelo, horita le digo si no le hablo o de perdis le mando un mensajito, por que irse así esta carbón, y discúlpeme la expresión, pero como mi padre lo decía, eso es no tener madre.

No, no, no. Déjele mejor ahí, ni la pena vale ya.

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