martes, octubre 24, 2006

En la linea de espera: Una mujer alta, morena como tipo canela pero un poco mas tostadona, medio chapeateada por el maquillaje horriblemente aplicado y una nariz fenomenalmente grande e inclinada hacia la tierra, hacia sus mismos zapatos; en la mesa (mejor dicho Escritorio), un sujeto con sobrepeso, bigote a medio salir simulando una mancha de chocolate, masca a discrecion un chicle y se limpia el sudor de su frente con la parte superior del brazo izquierdo, observa con mirada tranquila pero con pierna inquieta a que alguien desocupe algun lugar, el espera su turno. Lo hace como las demas personas de la linea, asi como lo hize yo, y lo hicieron las personas aqui a mi lado; el otro sujeto en cuestion es una femina robusta (aqui pululan los robustos), su rostro demuestra cansancio. Lleva puesta una camiseta descolorida rosa tirandole a blanco, y una chamarra negra tirandole a gris, su piel es morena, pero su cabello es del color del trigo, aun no puedo ver si usa falda o pantalon al estilo cowboy; Ha llegado alguien mas, imposible, otra femina robusta (carajo, si llega una mas juro saltar por la ventana) - Momento, salio alguien-, robusta y con cabellos oro (de los dos tipo de oro: aquel que brilla como el sol y aquel tan codiciado oro negro), me parece que esta es mas robusta que las demas, esta sentada (anclada) sobre otro escritorio (esta si deberia de ser mejor Una Mesa, y de buen roble), su rostro me da asco, es moreno y chato, como el de un perro viejo y cansado, al cual le cuelgan los cachetes y el hocico, y tiene una nariz aplastada y como de bola, claro que intente no mencionar que su rostro esta asquerosamente adornado con manchas blancas, seguro sintoma de una mala alimentacion (y nadie puede negarlo, no es la persona mas atletica que haya visto en mi vida); cerca de la pared de enfrente esta otra mujer, esta tiene un rostro pequenio, como de rata, o bien podria ser hamster. De su rostro sobresalen algunos barros, pequenios puntos negros y cicatrices de granos anteriores, tiene un cuerpo pequenio, lo cual la hace parecer mas un roedor que un ser humano, lleva puesto unos horribles aretes con forma de tortuga, una piedrita verde, que no dudaremos en afirmar que es algun tipo de piedra de fantasia, simula ser el caparazon, y unas diminutas sobras de soldadura simulan ser las patas y la cabeza - Mucha gente durante este lapso, abandono la sala.

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