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Para Karla.


Y dice el buen Horacio en medio de la sombra en medio del umbral y parado bajo el muerdago de la entre puerta a la dulce Maga, Creo que estamos haciendo algo mal, no se si es algo que con el tiempo nos vino a atormentar, o si es algo que siempre fue y nunca lo dejamos ser, origen de nuestra naturaleza salvaje que no nos puede perdonar. La Maga como eventualmente suele ser, burlona y siempre a la defensiva, impulsiva-testaruda-inofensiva... niña... era la Maga, simplemente sentada en la orilla de la ventana, diciendo que el mate previamente cebado había quedado de maravilla, como para invitar a Gardel y bailotear unos tangos a la orilla del Sena con los clochards y los cartonzuelos mojados por colchoneta y las chinches por compañeras de cama. No cabe duda Maga de mi amor, que algo estamos haciendo mal, y no se si tu o si yo o el ambos (como en ocasiones balbucea el Traveler en los oídos de otros) lo estamos cometiendo. Estamos asesinando a nuestro pariente más cercano che, a pesar de nuestra yuxtapocion de lazos de DNA y toda esa pavada de la American Genetic Institution, pero lo estamos haciendo, tenemos que tomar en cuenta que si el futuro que resta es de alguien, tiene que ser de nosotros, que si la vida tiene sus múltiples caminos, con unos mas largos, otros mas cortos y unos menos divertidos, el que tengamos que seguir nosotros sea el mismo y que se llame como nosotros lo queramos llamar… no destino.


Este no viene en Rayuela.