sábado, febrero 04, 2006

Como odio cuando hasta la soledad se va sin despedirse. Cuando los amigos marchan sin botas para no hacer ruido y se reunen en un nuevo burdel a la vuelta de la esquina,eso se me hace bien hipocrita, andarse quitando las botas para no ser escuchados, siendo que saben que uno tiene oreja bionica.
Los estoy odiando a todos casi igual que antes, me dan un putero de asco. Pendejos, mierda de la mierda.

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