Uno nunca puede estar tan feliz como se lo esta el día en que se comienzan los estudios: nervioso pero encantado al ir luciendo unos brillantes zapatos negros, el pantalón azul marino recto y duro, es nuevo, ni con una lavada antes de usar se ablanda un poco; luego, la camisita blanca de cuello y la corbatita azul marino, muy mono todo esto debajo de un chalequito también azul y un sweater con dos franjas blancas en el brazo derecho. Eso si es felicidad. La brisa de la mañana en el patio de la escuela, el día ligeramente gris, fresco, todo nuevo.
Yo no recuerdo nunca haber sido así de feliz, ni en lo mas mínimo, mi primer día de clases fue exactamente como ese, solo que ni mis zapatos ni mis vestimentas eran para nada nuevas, el día me parecía muy gris y la brisa me tapaba la nariz, el clima era mas bien frió que simplemente fresco, pero si, todo ahí me parecía nuevo, todo el mundo lo parecía. Así me parece todo hasta el día de hoy.
Yo no recuerdo nunca haber sido así de feliz, ni en lo mas mínimo, mi primer día de clases fue exactamente como ese, solo que ni mis zapatos ni mis vestimentas eran para nada nuevas, el día me parecía muy gris y la brisa me tapaba la nariz, el clima era mas bien frió que simplemente fresco, pero si, todo ahí me parecía nuevo, todo el mundo lo parecía. Así me parece todo hasta el día de hoy.
1 comentario:
Ha me preguntas q pedo con mi vida, cuando ni siquiera sabes lo que es tener una! cambiate el pañal mocoso.
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