Por que no me gustan las panfetsas, tampoco las androgiabinocaliosidas, por eso he decidido renunciar y dejar que avancen por el camino de la verdad y la justicia, por eso he decidido entregar mi cuerpo y dárselos a los percatimosivadrores, exquisitos personajes de gran color y brillo.
Ahora la bomba ha explotado y ni mi madre tuvo tiempo de correr, y ahí esta, tirada por todo el asfalto, pedazo a pedazo de mi madre; es triste, pero eso no le importa a alguien como yo, alguien que piensa que todas las personas del mundo son completamente frías, vacías y sin sentimientos. Es como caca de perro, como caca de perro pero con un moño rosa el día de San Valentín.
El láser atraviesa sus cerebros aburrados, amenzados, etupidizados y mediatizados. ¡boooom! Es lo que escuchamos, explosión tras explosión. Carbono, nitrato de potasio, ácido de batería y coca-colas calientes.
Calcetines con ajo y creme brule, acetona, niños bomba y niñas de gelatina que se menean… que se meneeeeeean, que se meeeeeeean y al final, la mordida de las buenas noches que dice adiós al porvenir y le dice hola a los bandidos que asaltan ranas por la noche, tan llenos de ira que las hacen explotar y cantar ridículas melodías de comercial de cerveza, hacen hablar a los perros y luego les dicen que se callen. Nadie tiene consideración de nadie. Todos nos odiamos pero nunca nos lo decimos. Somos tan egoístas. Estamos parados en pose militar y no queremos que nos griten borregos. Somos tan injustificadamente infelices que a veces hasta me la creo. No somos parte ni del ahora ni del ayer, con suerte, lograremos ser parte de una gran nada con velitas de cumpleaños y tarjetas de navidad felicitándonos por ser tan inocentes y nobles este año y esperando seguir igual para el que sigue y sigue y sigue. El amor no existe, y si algún día te dije a ti o a ti que te ame, no me crean, soy bien gracioso y me gusta bromear. No caigan en mi juego, por que es como una trampa. Yo mismo estoy ahí dentro, hecho bolita, acurrucado y cobijado con su nobleza. Soy malo y me gusta serlo. Soy niño y no patán, y me encanta serlo. Preferible a ser como Zarathustra. O como Zenón. O estar todo llenos de números binarios y partes plásticas. Corrientes de alcanfor, ríos de aire líquido y girasoles termonucleares. I love this world. De hecho yo podría ser un rey, o podría ser dios, pero no quiero.